Una vez, una amiga me recomendó con muy buen criterio, que para ciertas cuestiones, sobre todo políticas, debía tener “más cintura”, dándome a entender que para conseguir algunos éxitos en el mundo de las relaciones con aquellos que ostentan cargos públicos había que tener una postura flexible y transigir con ciertas cosas que, si bien no nos agradaban, en cambio podrían producir beneficios mayores. En su momento ponderé su consejo, y tras meditarlo me dije que si bien es aceptable tener cierta flexibilidad, hay límites que no deben de sobrepasarse, aunque la elasticidad de nuestro cuerpo nos lo permita.
Algo así parece haberle pasado al PSOE de Ronda. Han demostrado, ciertamente, tener “cintura”, mucha cintura. Tanta, que de moverla tan bien podrían haber conseguido el nuevo record Guiness de baile del hula-hop; y sin embargo lo único que han conseguido es que se les vengan los pantalones a los tobillos. O así se han retratado después de cierto viaje a Sevilla.
Parece ser, aunque esto es sólo un rumor, que Sevilla conoce mejor los intereses de los rondeños que los propios rondeños, militantes del PSOE, que viven en la ciudad y se empapan de la realidad cotidiana. Tanto es así, que, por el bien de los rondeños, se ha impuesto que el PSOE de Ronda pacte con el PA. Por supuesto esto no lo reconoce nadie, pero bien merece la pena recordar ahora aquel momento en que desde Sevilla, otra vez, se ignoró la lista que los militantes rondeños escogieron para la ciudad, imponiendo las condiciones que ellos estimaron oportunas para la elaboración de una nueva lista que gobernase a los rondeños; por supuesto, por el bien de los rondeños. Lo que nos viene a demostrar que quienes dirigen la agrupación socialista local pintan bien poco en lo que a los rondeños compete y carecen de la suficiente fuerza como para imponer sus criterios a quienes ven el porvenir de Ronda distorsionado por los kilómetros y por los intereses partidistas ajenos a la ciudad.
Todo esto puede pasar, no obstante, pero las personas que se ven forzadas a obrar contra su voluntad bien podrían plantarse y decir: “eso lo hacéis, pero no contéis conmigo”. Sin embargo no lo hacen. No hay dimisiones en el PSOE, sino que todo el mundo sigue en su puesto, sonriente y feliz, ocupando sus nuevas delegaciones y cobrando sus buenos sueldos, con o sin dedicaciones exclusivas. Un derroche de dignidad, de honradez y de rectitud de ideas y principios. Pero claro, en estos días, la dignidad ocupa sólo el espacio libre que no ocupa la billetera. Y ya se sabe, cuando más grande sea la cartera, menos espacio queda para la dignidad, convirtiendo a tales personas en seguidores del dicho de Quevedo “ande yo caliente, ríase la gente”.
De este modo le dan la espalda a la ciudad por cuyo bien dicen luchar, le vuelven la espalda a quienes les votaron demostrándole que usan ese voto como mejor les viene en gana, les dan la espalda a sus afiliados, a los que torean como quieren, y se dan la espalda a sí mismos demostrándose que lo que les interesa en realidad está muy lejos de coincidir con los intereses de la ciudad. Y todo ello en un alarde de cinismo que les hace escudarse en la tan traída frase: “lo hacemos por el bien de los rondeños”.
Digámoslo claro: es mentira. No es por el bien de los rondeños. Nos mienten cada vez que lo dicen. Y es fácil de demostrar: si durante tres o cuatro años el PSOE ha estado diciendo del actual alcalde y del PA que no valían para gobernar, que eran unos manirrotos, si han insinuado que prevaricaban con el famoso PGOU, si han tildado lo que han hecho los andalucistas de (des)gobierno, si han llamado Pinocho al alcalde, si una semana antes de todo este desconcierto, Paco Cañestro se enfrentaba con el alcalde dentro y fuera del último pleno, descalificando su gestión, y hoy firma un acuerdo con quien no ha dado muestras de haber cambiado, sino que con la destitución de los delegados del PP ha seguido demostrando el mismo talante y el mismo carácter, entonces, o nos mentían cuando decían todas estas cosas o nos mienten ahora cuando, habiendo pactado con el PA, demuestran estar dispuestos a formar parte de quien se conduce de forma tan desastrosa. Obviamente ninguna de las dos opciones supone “el bien de los rondeños” que les llena la boca. Por lo tanto, o el PSOE nos miente ahora o nos ha mentido durante tres años.
Y tanto de lo mismo puede decirse del PA, que durante el mismo tiempo nos ha estado diciendo que el PSOE no servía para nada, que todo lo que decía era falso, que no tenían ni idea de hacer política ni de gobernar una ciudad, que no habían hecho nada en 20 años de gobierno, que impedían dar el impulso definitivo a la ciudad, que no valían para gobernar. Y ahora, resulta que pactan con los mismos a los que antes defenestraron, justo con las mismas personas a las que han descalificado por activa y por pasiva durante cuatro años, alegando, otra vez, que lo hacen “por el bien de los rondeños”. Obviamente, y por las mismas razones, o mentían antes o mienten ahora cuando dicen que el impulso que la ciudad necesita sólo puede venir yendo de la mano de PSOE.
En España, dicen, la prostitución tiene un status alegal. Pero se refieren sólo a la prostitución carnal, porque la prostitución ideológica está reglada y muy, pero que muy legalizada. Unos prostituyen sus ideas por un silloncito y un sueldo, otros las prostituyen por muchos millones y ansias de personales de poder. Pero todos se tumban a retozar y solazarse en el mullido colchón que les brindan las escocidas posaderas de los ciudadanos rondeños, porque, al fin y al cabo, sólo lo hacen “por el bien de los rondeños”.